Tantra I


¿Que hemos estado haciendo con nuestra sexualidad? La hemos relegado a un simple rasca espaldas que usamos cuando la cosa nos pica. ¿Que estamos haciendo con la ocasión de unir plenamente nuestro espíritu con el de otro?

¿Que dirías que es el Tantra? ¿Meditación? ¿Sexo? ¿Sexo y meditación? Pues no es ninguna de las dos. Hay y ha habido mucha confusión respecto a esta escuela espiritual.

Hay dos formas de embarcarse en el camino hacia ti.
El primero consiste en renunciar a las cosas del mundo. A tu familia, a tu casa, a tu trabajo, a tus relaciones y a tu sexo. Entonces te aíslas y te sumerges profundamente en ti, trabajas por liberarte de tu cuerpo y retornar a la fuente.
El segundo consiste en aceptar plenamente las cosas del mundo. Implicarte con todo tu ser en la sociedad, y manteniéndote en ti con tu practica, anclado en tu linaje, llegar a generar una transformación de aquello que te envuelve. A esto se le llama el proceso de inducción. Aquí no te vas al cielo, sino que trabajas por crear un cielo en la tierra. Esto es Tantra. Aceptar tu humanidad sabiendo que eres divino por naturaleza, saber que lo que tienes que aprender es a ser un humano angelical, divino.
Para ello usamos plenamente nuestro cuerpo más denso, que es el cuerpo físico. Y digo el más denso, por que es el único que se puede tocar y adolecer. Y es a través de el que se puede lograr la liberación. Tenemos otros cuerpos más sutiles y otras formas de usarlos.

La naturaleza ha dotado al ser humano de sexualidad. Ha creado al hombre y a la mujer. Y todo un sistema glandular y hormonal para que estos dos se unan, y no sientan otra cosa más fuerte que querer estar juntos. Así que… Juntémonos. Pero necesitamos aprender que hacer con toda esa energía que se desata. A darle una dirección y sentido. Eso es tantra.

Sexualmente hablando estamos en la generación Porno. Los jóvenes tienen como manual de instrucciones del amor un puñado de películas pornográficas y cuatro datos más. Y cuando se inician en el sexo intentan recrear una película pornográfica. ¿Ves lo limitado de todo esto?

El Sexo es el cuerpo que pide amor. El sexo es cosa de todo el cuerpo, no de una zona aislada. El sexo es algo fundamental en nuestras vidas, venimos a través de el. Así que por que te molesta hablar de el.

En el Tantra aprendemos que se puede dialogar con el tacto, el olfato, el gusto, la energía, el sonido, la temperatura. Con cualquier cosa que puedas percibir en el otro y en ti. Lo sientes y te zambulles en el. Deja salir tus sensaciones, lo que sientes. Dejas que recorra todo tu cuerpo. Retuércete de placer, gime con tu alma. Has de tu orgasmo un orgasmo del corazón. Se puede. Solo practica.

Los seres humanos tenemos tal capacidad orgásmica, llegar a hacer vibrar todo cuerpo, perder la el control totalmente y olvidarte por un momento de quien eres y tus historias. Ante todo un orgasmo es algo sumamente espiritual, algo muy sagrado.

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