¿Hacia donde vamos?




Cada mañana al despertar ¿qué es lo primero que te invade? ¿Que te motiva a levantarte de tu lecho?




Un sabio dijo que tenemos dos tipos de propósitos; el interno y el externo.
El interno siempre es Ser tú, mostrarte de verdad.
El segundo puede variar con el tiempo y la persona, más nunca tiene sentido sino hemos cumplido el primer propósito.

Si observamos atentamente, veremos que siempre hay en nosotros una sensación de carencia e insatisfacción, y que siempre es la misma, invariable, aunque le demos motivos diferentes cada vez. ¿Pero que haremos cuando no nos podamos engañar más? Cuando veamos claramente que la desdicha crece dentro nuestro, y las formas externas poco tienen que ver. ¿Que logrará hacerte mover un dedo?, cuando ya sabes que tras tu acción no vas a lograr darle sentido a tu vida. Seguirás en busca de alguien que te salve, o de un dinero que haga sentir más seguro, o huyendo de un sitio para otro en un intento de huir de ti mismo. De bien seguro que tus fantasías tampoco te serán útiles, como tampoco lo será buscar respuestas en otros. Llegados a este punto solo hay dos salidas; o vives o mueres. Y no valen intermedios, por que no existen.
A esta situación se le ha dado muchos nombres; crisis, la noche oscura del alma, shakti pad. Todas dicen que tras una situación de confrontación contigo mismo, surge algo nuevo en ti. Tal como el ave fénix resurge de sus cenizas, tras ser quemado.
Más no resulta práctico ni es recomendable, pensar y tener la expectativa, que ese estado zombi va a dar lugar a algún tipo bienestar. Eso solo retrasa el proceso real. Y es tu proceso personal. El cual si eres lo suficientemente sincero, te darás cuenta que no sabes como culminara o si lo hará.

¿Entonces que harás cuando ya no queda nada que hacer? la respuesta ya la trae la pregunta. No hagas nada. No hagas nada que de verdad no quieras hacer. No hagas nada que contribuya a tu lucha interna, a tu dolor, a tu engaño. Quizás lo único que nos queda en ese momento es dejarnos sentir. Sincerarnos con nosotros mismos. Y no siempre resulta fácil. Da mucho miedo, soltar tus mascaras ante ti mismo, y que decir ante los demás. Es poder ver que es lo hay de verdad tras nuestro orgullo y nuestras historias absurdas.

¿Te suena todo esto? Bendita sea, entonces algo en ti se esta desboronando. Estas son las tierras del corazón. En las que no valen las fantasías, ni los intentos de perfección. Más no te enaltezcas, por que no es nada. Solo significa que damos más relevancia al sentimiento que a los deseos de gloria.

Hay una bella canción que dice; por la vida vas seguro y decidido, pero menos mal que acabarás perdido. Perderse no es ningún error, a veces es mejor. Te vuelves a buscar, te empiezas a reencontrar.
Esta muerte psicológica y mental, solo puede dar lugar a un renacimiento de tu ser. O mejor dicho, a un redescubrimiento de ti mismo. Donde solo elegimos dar atención a cosas más reales. En donde estamos más en conexión con nuestro sentir, con nuestro aliento. Y esa es una nueva senda. Una nueva manera de vivir. Sin más adornos que lo real, que bien bello es ya.

COMO NO VOY A CANTAR
COMO NO VOY A CANTAR SI TENGO TODO PARA CANTAR
SI TENGO LUNA, SI TENGO SOL, SI TENGO ESTRELLAS, TIERRA Y MAR
COMO NO VOY A REIR
COMO NO VOY A REIR SI TENGO TODO PARA SER FELIZ,
SI TENGO LUNA, SI TENGO SOL, SI TENGO ESTRELLAS, TIERRA Y MAR...

Comentarios

  1. Siempre me pregunte cuantas veces has tenido que renacer para que seas como eres amigo Mack y que clase de problemas te ha dado la vida antes de que yo diese contigo... siempre me mato la curiosidad.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Nuestro miedo más profundo...

Tantra I

Más allá del mar